Vocación: una respuesta que necesita preguntas

La vocación está en ti, solo hay que hacer que se desvele.

Tienes entre 17 y 18 años, estudias bachillerato, tu cuerpo está en permanente cambio y tus pensamientos son volátiles, irrumpen y se desvanecen como estrellas en una noche de agosto. Y lo grave es que sobre ese terreno inestable has de empezar a cimentar el futuro. Y es ahora. Estamos en marzo, en tres meses harás las pruebas de acceso a la universidad y tendrás que elegir estudios, una elección que fijará el rumbo del camino.

Primera cosa que conviene hacer: refutar línea por línea el párrafo anterior. La decisión es importante, sí, pero tampoco es un camino sin retorno, hay margen para rectificar. Es verdad que el hecho de que todas las puertas estén abiertas representa una dificultad para elegir, pero, en el fondo, significa que todo es posible, como diría Martí i Pol. Por otra parte, te conoces más de lo que crees y de lo que creen los demás. Estás cerca de superar el bachillerato y tienes la confianza suficiente como para afrontar los cambios que están a punto de llegar. Esto es ya un galón de madurez. Dentro de ti tienes las respuestas, se trata únicamente de que te hagas las preguntas adecuadas.

Explicaba Miguel Ángel que la roca ya tenía dentro la escultura y que él se limitaba a quitar los trozos de piedra sobrantes. Del mismo modo, la vocación está en ti, sólo hay que hacer que se desvele, interpelándola del modo más adecuado. Por eso, lo mejor que puedes hacer en los meses que preceden a la elección de estudios es frecuentar esos lugares donde te van a ofrecer esas preguntas que necesitas hacerte.

Cuenta con la Universidad en esta tarea, acércate a ella. Primero, para conocerla. La vocación se forja en el diálogo entre el interior –tus tendencias y aptitudes- y las posibilidades a tu alcance. Conoce la universidad, entiende qué significa ser universitario y adéntrate en la realidad de los estudios que susciten tu interés. En segundo lugar, déjate ayudar por las personas que trabajan en las universidades, son profesionales que dominan el medio y entienden la naturaleza de las dudas que tienes actualmente.

Dentro de poco, tendrás una oportunidad estupenda de tener una visión completa de sistema universitario catalán. Será en el Saló de l’Ensenyament, que se celebrará entre los días 20 y 24 de marzo.

Pero no basta con esto, cada universidad tiene su propio estilo, su personalidad dentro del conjunto y también su manera particular de orientarte. En este sentido, la Universitat Abat Oliba CEU ofrece desde hace años un conjunto de actividades agrupados dentro del programa Orienta. Dentro de él, están los Talleres Vocacionales (del 2 al 12 de abril). En ellos, podrás sumergirte por unas horas en la vida del grado que te interese y en la realidad profesional con el que está vinculado. La vocación es tu respuesta, deja que la Universidad te ayude con las preguntas.


Decidir estudis a les coordenades de la informació i la vocació

Quan la universitat s’obre als futurs estudiants, contribueix de forma determinant a definir una preferència sòlida

Fa un any, Job Lab CEU-Santander Universidades va posar en marxa el Degree Advisor, una eina on l’estudiant té a la seva disposició un test complet d’orientació vocacional i informació estadística sobre l’oferta acadèmica i les tendències del món professional. Des del seu inici, 10.400 persones n’han fet ús, la qual cosa permet extreure algunes conclusions. La primera és que, per a una gran part dels estudiants, l’elecció d’estudis universitaris no és una decisió senzilla, ja que el 51 % dels usuaris del Degree Advisor confessaven no tenir clar què volien estudiar. La segona és que els preuniversitaris valoren la informació de qualitat que els ajudi a fer-se una idea ajustada de la realitat universitària i de les possibilitats professionals associades: el 86 % dels que han utilitzat el Degree Advisor el recomanaria a amics i familiars, i 8 de cada 10 usuaris valoren la importància de conèixer la demanda laboral dels estudis que els interessen.

El trànsit a la universitat és un camí on la il·lusió i les expectatives tenen la seva correspondència en temors i incerteses lògics. És un procés en el qual l’emoció i la raó juguen, s’entrellacen i es condicionen entre si. En aquest context, comptar amb orientació qualificada aporta valor diferencial a tots dos pols. El de la raó es reforça amb informació precisa de plans d’estudi i realitat professional. L’emoció, d’altra banda, es relaciona amb la idea de vocació, una vocació que es forja des del coneixement no només de l’entorn sinó també, i principalment, d’un mateix.

Vocació i informació –emoció i raó– són les coordenades on s’ha de situar l’elecció de carrera universitària. Una decisió que, a més, compta amb un ingredient simbòlic addicional: per a molts joves és la primera decisió transcendent que prenen de manera autònoma. Per tant, quan es decantin per una de les moltes opcions que el sistema universitari posa al seu abast, és important contribuir que ho facin des d’una bona sintonia entre la vocació i la informació. Si les emocions i els arguments racionals es troben alineats, de segur que la decisió ha sigut encertada.

Les universitats juguen un paper importantíssim en aquest aspecte. Quan s’obren als futurs estudiants i els ensenyen en què consisteix ser universitari, què poden esperar d’aquest període de la vida i a quin projecte vital tindran accés, contribueixen de forma determinant a definir una vocació sòlida. Aquesta és la idea amb la qual la Universitat Abat Oliba CEU celebra els seus Tallers Vocacionals; aquest dia, l’estudiant es posa a la pell d’un universitari i anticipa on el conduiran els quatre anys següents si optés per un grau determinat. Una jornada que combina la informació de primera mà amb el valor emocional de l’experiència. Informació i vocació.


Decidir estudios en las coordenadas de la información y la vocación

Cuando la universidad se abre a sus futuros estudiantes contribuye de forma determinante a definir una preferencia sólida.

Hace un año, Job Lab CEU-Santander Universidades puso en marcha el Degree Advisor, una herramienta en la que el estudiante tiene a su disposición un completo test de orientación vocacional e información estadística sobre la oferta académica y las tendencias del mundo profesional. Transcurrido este tiempo, 10.400 personas han hecho uso de él, lo que permite extraer algunas conclusiones. La primera de ellas es que, para una parte importante de los estudiantes, la elección de estudios universitarios no es una decisión sencilla, ya que el 51 % de los usuarios del Degree Advisor confesaba no tener claro qué querían estudiar. La segunda es que los preuniversitarios aprecian la información de calidad que les ayude a hacerse una idea ajustada de la realidad universitaria y de las posibilidades profesionales asociadas: el 86 % de los que han utilizado el Degree Advisor lo recomendaría a amigos y familiares y 8 de cada 10 usuarios valoran la importancia de conocer la demanda laboral de los estudios que quieren realizar.

El tránsito a la universidad es un camino en el que la ilusión y las expectativas tienen su correspondencia en lógicos temores e incertidumbres. Es un proceso en el que la emoción y la razón juegan, se entremezclan y se condicionan entre sí. En este contexto, contar con orientación cualificada aporta valor diferencial en ambos polos. El de la razón se refuerza con la información precisa de planes de estudio y realidad profesional. Mientras que la emoción se relaciona con la idea de vocación, una vocación que se forja desde el conocimiento no sólo del entorno sino también, y principalmente, de uno mismo.

Vocación e información –emoción y razón- son las coordenadas en las que debe situarse la elección de carrera universitaria. Una decisión que, además, cuenta con un ingrediente simbólico adicional: para muchos jóvenes es la primera decisión de largo alcance que toman de forma autónoma. Es importante, por tanto, contribuir a que, cuando se decanten por una de las muchas opciones que pone a su alcance el sistema universitario, lo hagan a partir de una buena sintonía entre la vocación y la información. Si las emociones y los argumentos racionales están alineados, es seguro que la decisión ha sido acertada.

Las universidades juegan un papel importantísimo en este aspecto. Cuando la universidad se abre a sus futuros estudiantes, enseñándoles en qué consiste ser universitario, qué les cabe esperar de ese período de su vida y a qué proyecto vital tendrán acceso, contribuye de forma determinante a definir una vocación sólida. Ésta es la idea con la que desde hace años la Universitat Abat Oliba CEU celebra sus Talleres Vocacionales, un día en el que el estudiante se pone en la piel de un universitario y anticipa adónde le conducirían los siguientes cuatro años si optara por un determinado grado. Una jornada en la que la información de primera mano se combina con el valor emocional de la experiencia. Información y vocación.