Las PAP: último umbral antes de los estudios de Educación

Las pruebas constarán de dos exámenes: uno evaluará la competencia comunicativa y el razonamiento crítico y el otro la competencia lógico-matemática

La educación vive un momento de especial transformación y cambio. Nuevas metodologías, asociadas en muchos casos, a nuevas tecnologías, hacen que se replantee toda la visión que se tenía de la actividad docente. Pero toda esta revolución no podrá tener una real significación si no va acompañada de una recuperación de la dignidad y del valor que posee el maestro. No son las pantallas ni las didácticas las que educan, sino que quien lo hace es siempre el maestro. El alumno solo aprende frente a alguien que con una sólida formación interior se dispone a darse enteramente a otro.

En este sentido son varias las instituciones y personas que están trabajando seriamente en mejorar la formación de los futuros maestros. Una muestra de esa realidad es el Programa de Millora i Innovació en la Formació de Mestres (MIF), que desde el año 2014 se ha propuesto, entre sus múltiples iniciativas, mejorar el nivel de aquellos que se disponen a estudiar los grados de Educación, tanto Infantil como Primaria. Para tal efecto se estableció unaPrueba de Aptitud Personal (PAP) que buscaba examinar las competencias lingüísticas de catalán y castellano y el razonamiento crítico del aspirante. La media de las notas de lengua de las PAU era suficiente para medir dichas competencias, pero fue fácil darse cuenta que esta exigencia era insuficiente.

Dando un paso más en esa preocupación por conseguir estudiantes más preparados para ejercer como docentes en el futuro, a partir de este próximo año 2017-2018, la prueba de aptitud personal (PAP) para acceder a todos los grados de Educación Infantil y Primaria de todas las universidades públicas y privadas del sistema universitario catalán constará ahora de dos exámenes, totalmente independientes de las PAU: uno que medirá la competencia comunicativa y el razonamiento crítico en catalán y otro que evaluará la competencia lógico-matemática. En el primer caso se examinará la comprensión lectora, la capacidad de síntesis y expresión escrita y el dominio del sistema lingüístico, competencias fundamentales para un futuro maestro. En el segundo caso, se examina principalmente la competencia lógica a través de ejercicios, que no son tanto de conocimientos y contenidos, sino de razonamiento matemático, tales como secuencias, análisis de gráficos, geometría, porcentaje, etc.

La prueba tendrá la calificación de APTO o NO APTO, donde “apto” equivale a una nota numérica igual o superior a 5 sobre 10. Para poder hacer la media entre ambas pruebas, es preciso haber obtenido una calificación igual o superior a 4 en cada una. Una vez aprobada, esta prueba tendrá una validez indefinida. Es necesario destacar que aquellos alumnos procedentes de un sistema educativo de fuera de Catalunya podrán hacer el examen en castellano.

Las nuevas PAP han de ser consideradas como una gran oportunidad, no solo para aumentar el prestigio de una actividad que teniendo la importancia que tiene en el presente y futuro de nuestra sociedad no es suficientemente reconocida, sino también para que aquellos que han pensado alguna vez en entrar a un aula para formar personas encuentren una importante motivación para desear, con más fuerza todavía, ser parte de una generación llamada a poner a la docencia en el lugar que le corresponde.

Con la finalidad de ayudar a los futuros maestros a enfrentar este desafío, la Universitat Abat Oliba CEU ofrece unos cursos de formación orientados a preparar a los alumnos para que sean capaces de superar con mayor seguridad y confianza este umbral que les da acceso a los estudios de Educación Infantil y Primaria.

 

La Universidad comienza en el bachillerato

Junto a los objetivos curriculares, el centro debe fomentar la responsabilidad y la autonomía de los estudiantes

Uno de cada cinco estudiantes deja la universidad en el primer curso de carrera y la tasa de cambio de titulación tras el primer año es del 7,1 %. Estas cifras, facilitadas por el Ministerio de Educación en el informe Datos y cifras del sistema universitario español (2015), evidencian que el paso del bachillerato a la universidad implica un cambiosustancial que no siempre es sencillo de asimilar. “En general, no se trata de un tránsito fácil, puesto que deben enfrentarse a una situación desconocida”, señala el profesor y tutor de un curso de bachillerato del colegio Loreto Abat Oliba (Barcelona), Enrique Ballbé. Además, a las complicaciones inherentes a la magnitud de los cambios, se une “el gran abanico de oferta de grados a los que pueden acceder, algo que puede generar desorientación y dificultad en la elección correcta de los estudios”, agrega el jefe de estudios de ESO de este mismo centro, Albert Giménez.

Dentro de las premisas del Espacio Europeo de Enseñanza Superior, se contempla que las universidades dispongan de un Plan de Acción Tutorial que facilite la incorporación del recién llegado, pero el cimiento de un alumno preparado para aprovechar todas las oportunidades que le abrirá la universidad se fragua en las aulas del colegio o del instituto. Singularmente, los dos años de bachillerato deben ser aprovechados para apuntalar cualidades que serán tan o más importantes que los contenidos curriculares para el desarrollo personal y profesional. Entre ellas, “el buen uso de la libertad, la responsabilidad sobre las elecciones y sus consecuencias y la capacidad crítica respecto a lo que leen, ven y reciben”, enuncia el jefe de estudios de bachillerato y de cuarto de ESO del Loreto Abat Oliba, Daniel Vela.

Los docentes coinciden en que responsabilidad y autonomía son dos de ejes que se han de priorizar en el bachillerato. Un objetivo que también debe manifestarse en el rol que adopta el docente. “Partiendo de la base de la importancia que tiene que el alumno vaya adquiriendo gradualmente responsabilidad y autonomía, es cierto que el profesor de bachillerato adopta un rol más orientado hacia el alumno en la medida que se acerca el final de la etapa escolar”, comenta Albert Giménez.

Contacto con la realidad laboral y un mundo globalizado

Así, junto al cumplimiento de los objetivos curriculares, el centro puede ir proporcionando al estudiante espacios para el desarrollo de la mentalidad abierta propia del universitario. En este aspecto, Daniel Vela subraya la importancia de complementar la formación académica en el aula con “viajes y visitas a ciudades e instituciones mundialmente significativas en cada una de las áreas de conocimiento”. “La formación integral que les brindan estas experiencias les aproxima a la realidad universitaria”. Dentro de ellas, el profesor Vela incluye experiencias internacionales, aspecto en el que también incide Albert Giménez, al destacar que “los intercambios y estancias a nivel internacional son un eje primordial para que los alumnos lleguen suficientemente preparados ante las competencias universitarias que se requieren en un mundo globalizado”.

La apertura al conocimiento de nuevos entornos es una disposición que facilitará la aclimatación al mundo universitario. Una persona “activa y con inquietudes” es el tipo de perfil que mejor encaja en la universidad, observa la responsable de Información y Orientación de la Universitat Abat Oliba CEU, Olga Morelli, que, además, considera importante que la universidad comience a ser vivida ya desde años antes. A su juicio, universidad y bachillerato no son compartimentos incomunicados, sino que “la etapa preuniversitaria es un período lleno de oportunidades de conocer a fondo la realidad de los campus”.

Así, el bachillerato cumple su función de lanzadera cuando está intensamente conectado con el entorno, también con las realidades del mundo profesional: “En nuestro colegio se organizan una serie de actividades en bachillerato con el objetivo de aproximarles a la realidad universitaria y laboral, desde la posibilidad de colaborar en varias empresas –a través del Proyecto Work Experience-, las Jornadas de Orientación Profesional o la participación en el Programa de Emprendimento y Liderazgo, de reciente creación”, enumera Enrique Ballbé. El bachillerato, así concebido, no sólo es punto y final de una etapa -la escolar-, sino la antesala en la que se forja el futuro universitario.


Recursos para elaborar el mejor Trabajo Final de Grado

Diez recomendaciones para que las búsquedas de información sean más eficientes y obtener éxito en la recuperación de información, de forma que los resultados sean relevantes y pertinentes al tema elegido del TFG. La mejor información no se encuentra en cinco minutos así que hay que tener paciencia y no rendirse.

1. Es importante tener una estrategia de búsqueda de información, que después se aplicará en los recursos que se hayan escogido para encontrar la información adecuada para el TFG.

2. Antes de empezar a buscar, hay que pensar en aquellas palabras que describen el tema del trabajo, es decir, las palabras clave. Pensar en el tema principal, el lugar o ámbito geográfico, el año o periodo cronológico.

3. Tener presente los sinónimos de las palabras que se han escogido, ya que no todas las fuentes de información indexan con los mismos términos y así se puede obtener más información.

4. Una vez escogidas las palabras claves es muy útil hacer un listado con ellas, tanto en castellano como en inglés, además de los sinónimos. Es una manera de tener siempre a mano esta información esencial y servirá para realizar una búsqueda más eficaz en los diferentes recursos de información.

5. Si la búsqueda es en revistas especializadas o bases de datos, hay que tener presente que el inglés es el idiomacon el que se obtiene más información, puesto que la mayoría de ellas son de ámbito anglosajón.

6. Dependiendo del tipo de información que se busca, se puede encontrar algún libro o algún capítulo de libro que hable sobre el tema elegido, pero seguramente será información de carácter general. En este caso, se puede profundizar buscando en el catálogo de la biblioteca de la universidad para saber si hay alguna obra relacionada o bien ampliar la búsqueda en el CCUC (Catàleg Col·lectiu de les universitats de Catalunya). Además se puede pedir algún libro a otra universidad mediante el Servicio de préstamo Interbibliotecario, también denominado GTBib-SOD (Servicio de Obtención de Documentos).

7. Para obtener información más específica hay que buscar en revistas y bases de datos especializadas en el ámbito temático que se desarrolla el TFG.

8. Hay que usar los filtros de las bases de datos, ayudan a limitar los resultados y a recuperar la información más enfocada al tema del trabajo. Decidir qué tipo de documentos se quiere ver, a partir de qué año de publicación, si sólo se quiere consultar artículos de publicaciones académicas, a texto completo, etc.

9. La mayoría de bases de datos tienen opciones de personalización que se pueden usar si se hace un registro y se crea una cuenta. Estas opciones permiten: guardar el historial de las búsquedas que se han ido haciendo en la base de datos; crear alertas para recibir en el correo electrónico; ver información de artículos de última incorporación a la base de datos. Las opciones que se ofrecen son muy útiles para no perder toda la información que se ha ido encontrando desde el inicio, algunas bases de datos permiten crear carpetas para guardar las referencias bibliográficas de los documentos que se han consultado.

10. Es muy útil tener una cuenta de Refworks para importar directamente las referencias bibliográficas desde las bases de datos, así cuando se tenga que adjuntar la bibliografía del trabajo se puede crear automáticamente desde este gestor.

*Kissi Pueyo forma parte del Servicio de Biblioteca y Documentación de la UAO CEU