Criminólogo, un perfil polifacético

Criminólogo, un perfil polifacético

Criminólogo, un perfil polifacético

La Criminología no es una disciplina aislada y en su especialidad, se relaciona en un universo de valores

El delito y, por tanto, la seguridad orientada a prevenirlo e investigarlo han adquirido en los últimos tiempos un elevado grado de desarrollo y sofisticación. Las semanas de confinamiento que recientemente hemos vivido han constatado la complejidad y formas cambiantes de la expresión delictiva. El delito siempre encuentra cauces para expandirse cuando encuentra clausuradas sus rutas habituales. Así, las autoridades refieren un significativo aumento de los ciberdelitos durante aquellos días, especialmente en las estafas informáticas.

Hoy el criminólogo se enfrenta a grandes desafíos, pero también tiene a su disposición un conjunto de conceptos y técnicas que enriquecen su función y la hacen más efectiva. La formación en Criminología y Seguridad es, actualmente, la puerta a un campo de desarrollo profesional fascinante. El criminólogo puede hacer carrera tanto en el ámbito público como en el privado, ya sea en cuerpos y fuerzas de seguridad como en servicios de seguridad privada. Investigadores, detectives privados o directores de seguridad privada acceden a sus profesiones por la vía de una sólida formación en aspectos criminalísticos y de seguridad.

Por otra parte, la Criminología no es una disciplina aislada y en su especialidad, se relaciona en un universo de valores. El interés en estos fundamentos del oficio sirve para identificar a quienes podrían ser criminólogos en el futuro:

Interés por la justicia y la seguridad: el criminólogo ha de saber enmarcar su actividad dentro de un todo en el que encaja su función. Es preciso que entienda el crucial papel que juega dentro del sistema de contrapesos, de garantías y contragarantías, que existe en el sistema judicial, muy especialmente en la jurisdicción penal. Una persona capaz de integrar el significado de Justicia en el contexto de Estados democráticos de derecho tiene mucho ganado si desea ser criminólogo.

Inquietud por el fenómeno criminal y los factores de criminalidad: ser criminólogo equivale a hacerse preguntas. Desde una perspectiva “inmediata” interroga a los hechos y de éstos obtiene respuestas. Pero su curiosidad va más allá, indaga sobre el entorno criminógeno en sí mismo y alcanza conclusiones que sirven para prevenir el riesgo de delito y, finalmente, mejorar la sociedad.

Compromiso con la objetividad y apego a la metodología científica: la mente analítica, metódica y sistemática se encuentra cómoda en la labor del criminólogo. La función del criminólogo tiene un soporte empírico incuestionable. La inclinación por esta vertiente de la ciencia es necesaria dentro de la Criminología.

Desde hace años, la Universitat Abat Oliba CEU imparte el grado en Criminología y Seguridad en combinación con otros grados afines como el de Derecho o el de Psicología (es la única universidad en Cataluña que oferta esta última combinación). La UAO CEU lo considera un componente estratégico de su propuesta, razón por la cual ha dado un nuevo impulso a esta formación mediante la potenciación de la parte presencial del grado en Criminología y Seguridad.


Aulas de Doble Presencialidad: seguridad y calidad

Aulas de Doble Presencialidad: seguridad y calidad

Las universidades catalanas apuestan por la “presencialidad restringida” de cara al próximo curso

A mediados del mes de junio, las doce universidades catalanas, en el marco del Consejo Interuniversitario de Cataluña (CIC) definieron las líneas esenciales de la docencia universitario del curso próximo. Así, convinieron en describir que ésta se desarrollaría en un contexto de “presencialidad restringida”. Es decir, la asistencia presencial será el criterio general, pero sometida a unas condiciones precisas en lo que se refiere a la distancia interpersonal en las aulas, los pasillos y los espacios.

Estos requisitos harán prácticamente inevitable que, en muchos casos, por las características de las aulas, de los grupos, o de la misma asignatura, parte de la docencia universitaria tenga que recurrir a modelos mixtos. Un concepto al que ya ha hecho referencia en diversas ocasiones el Ministro de Universidades, Manuel Castells.

Ante este escenario, la respuesta de las universidades también ha de ser mixta. Es decir, combinar medidas que afectan directamente al terreno, a la organización del espacio físico en los campus, con la implementación de la tecnología que permita profundizar en la digitalización de la docencia. Ambos planos se complementan porque, en la medida en que la tecnología sea capaz de incrementar la calidad de la docencia a distancia, se puede contemplar una reducción de la ‘presión asistencial’ sobre las sedes de las universidades, lo que facilita la organización de espacios seguros.

Esta doble vía conforma las bases del modelo que la Universitat Abat Oliba CEU ofrece para el próximo curso, en consonancia con la estrategia global del grupo educativo CEU: seguridad sanitaria en el campus, certificada con el sello ‘Espacio Protegido de COVID-19’ de la auditora AUDELCO, e incorporación a la docencia del concepto de la ‘Doble Presencialidad’.

El modelo ‘doble presencialidad’, que comporta una adecuada combinación de presencia física y presencia digital interactiva y que se plantea como alternativa a los casos en que la docencia no pueda ser 100% in situ, se sustenta sobre el pilar de una potente herramienta tecnológica: el ‘Aula de Doble Presencialidad’.

Las aulas de doble presencialidad, ya instaladas en el Campus de Bellesguard, son espacios dotados de una tecnología multicámara, con varias pantallas y una pizarra táctil. Lo importante es que todos estos dispositivos permiten que personas que están siguiendo la sesión a distancia tengan tantas posibilidades de interacción como para sentirse plenamente involucrados en la dinámica del aula. Pueden elegir entre varios planos para atender la clase, intervenir en cualquier momento, ver y ser vistos. Por eso se habla de presencia digital interactiva.

El resultado de esta doble presencialidad sostenida en la tecnología adecuada es que, si fuera preciso dividir los grupos para garantizar una ocupación segura de las aulas, se haría sin perjuicio de la calidad de la docencia. Vemos así cómo digitalización y prevención generan una sinergia en favor de la seguridad: la seguridad de estudiar en un entorno de riesgos minimizados y la seguridad de que todos los créditos se impartirán conforme a un patrón de calidad garantizado.