¿Qué clase de personas necesitan los departamentos de marketing?

El marketing juega actualmente un papel clave en las empresas. Una parte notable del éxito de éstas discurre ligado a las decisiones que se tomen en el área de marketing, ya que de ella depende el comportamiento de la demanda, que, al fin y al cabo, es el fundamento de la viabilidad de toda compañía.

Si el marketing es un aspecto estratégico dentro de la organización, es clave que el profesional sea una persona capaz de responder al reto, por formación, actitud y aptitud. Pocas actividades como el marketing aportan una visión tan omnicomprensiva del conjunto de valores de una organización, y la persona que se dedique a ello tiene que presentar un perfil acorde a esta diversidad de enfoques. ¿Qué cualidades personales hay que tener para poder atender a esta visión de 360º?

Debe tener facilidad para comprender la función social de la empresa, el análisis de problemas, su diagnóstico y la proposición de soluciones, capacidad analítica, de síntesis y de relación con el grupo, facilidad de comprensión y de abstracción, creatividad, facilidad de expresión, sociabilidad, con amplia visión del mundo y perspectiva sobre su posible evolución.

Sentir pasión por lo que hace, cuanta más pasión, más productividad y mejores resultados. Tener la capacidad de ver más allá, crear sueños, ilusionar y emocionar.

Saber escuchar a la gente de alrededor y sobre todo a la gente de fuera, escuchar a clientes, a colaboradores, etc. es una buena forma para comprender el mercado y conocer sus necesidades.

El marketing, y más con la vertiente digital, está en un constante proceso de actualización y para estar al tanto de todas las novedades y no quedarse obsoleto, la formación es fundamental. Hay que tratar de diferenciarse lo máximo posible. Siempre queriendo aprender cosas nuevas, nuevos medios, tecnologías y soportes. Esto requiere muchas más horas de trabajo, pero merece la pena. La marca personal es muy importante.

Además se tiene que tener un perfil financiero, pendiente del ROI y del valor de negocio de su cartera de productos.

Y ser capaz de salir de la zona cómoda y pensar diariamente qué puede hacer para superar las expectativas de sus clientes y cómo puede sorprenderles. Y descubrir nuevas vías de comercialización, explorar nuevos mundos y por supuesto utilizar la creatividad en toda su amplitud y áreas.