La Dra. María Teresa Signes, Vicerrectora de Estudiantes y Calidad y profesora de los grados de Educación de la Universitat Abat Oliba CEU, ha mantenido una conversación con Omnes en la que expone su visión de la contemplación de la belleza desde el contexto de la educación.
«Educar la mirada hacia la contemplación de la belleza es abrir la mente humana hacia su propia esencia y hacia su propia identidad»
Maite Signes, que compagina labor docente con actividad investigadora, forma parte del grupo de investigación «Familia, Educación y Escuela Inclusiva» (TRIVIUM) y del proyecto de I+D titulado Fomento de la resiliencia en la educación primaria: innovación y formación continua del profesorado (PID2019-111032RB-I00). En su aportación a la última publicación colectiva del grupo TRIVIUM, Pandemia y resiliencia: aportaciones académicas en tiempos de crisis (EUNSA, 2020), Signes reflexiona sobre la belleza, la naturaleza humana y la trascendencia. En el capítulo que lleva por título «El Poder de la belleza en tiempos de pandemia», la especialista en Educación pone de manifiesto la importancia del arte como ‘refugio’ en tiempos de dificultades.
En unos meses marcados por la pandemia provocada por la COVID-19, Signes nos invita a centrar la mirada en aquellas cosas bellas que las artes plásticas, la literatura o la música pueden ofrecernos. En este sentido, la profesora expresa que «el arte ha supuesto un mecanismo de defensa y prevención puesto que, a través de la pintura, de la música, de la literatura…, se han encontrado formas de manifestar miedos y angustias, así como modelos resilientes para poder expresar emociones e incluso poder hacerles frente». De este modo, la Doctora en Filosofía expone la «necesidad que el hombre tiene de expresar mediante la obra artística sus emociones y sentimientos» y el poder de transformación del arte puesto que «en todas sus formas, permite también procesos de mímesis y catarsis».
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Igualmente, la profesora apunta que «mirar nos permite conocer y aprehender, esto es, hacer nuestra, parte de la realidad y del otro, e incluso de nosotros mismos». Por lo tanto, Signes defiende la necesidad de una acción educativa que incluya la capacidad de contemplar, que «desde el contexto de la educación, va de la mano de la escucha», para que niños y adolescentes «sean capaces de escucharse a sí mismos, porque solo cuando sean capaces de escucharse a sí mismos, serán capaces de escuchar a los demás».
Según la investigadora, «educar en la belleza supone educar en lo profundo, trascendiendo la propia obra de arte». Por lo tanto, puesto que la contemplación permite «discernir sobre qué es lo bello, al profundizar a través de ella y llegar a la esencia misma de las cosas», puede ser una vía para una educación de la belleza que permita a su vez educar en la trascendencia hacia lo bello y verdadero.
Puede leerse la conversación aquí