«EL DEPORTE TIENE EL PODER DE CAMBIAR EL MUNDO»

El pasado 6 de abril se celebró el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, también llamado el  Día Mundial de la Actividad Física, que reconoce la importancia del papel del deporte y la actividad física en la vida de las personas y en todo el mundo.

El deporte y la actividad física, como lenguaje universal, son una herramienta poderosa para promover la paz, la tolerancia y la comprensión al conectar a las personas a través de fronteras, culturas y religiones. Es tan importante que, incluso, fue recogido en la Convención de los Derechos del Niño (CDN) en su artículo 31, como derecho fundamental – el derecho al juego, la recreación y el tiempo libre (UNICEF, 2006).

El Deporte para el Desarrollo y la Paz se refiere al uso intencional del deporte, la actividad física y el juego para lograr objetivos específicos de desarrollo y paz y fue reconocido en 2000 durante la declaración y adopción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) bajo el mandato de Kofi Annan en la ONU .  Desde entonces, se ha avanzado con respecto a los ODM, sin embargo, los logros fueron desiguales para la fecha límite de 2015 (UNOSDP, 2016).

Sus valores intrínsecos, como el trabajo en equipo, la equidad, la disciplina y el respeto por el oponente y las reglas del juego, se entienden mayoritariamente en todo el mundo y se explotan en el avance de la solidaridad, la cohesión social y la coexistencia pacífica.

En 2005, el Año Internacional del Deporte y la Educación Física (IYSPE) proporcionó una plataforma única para el crecimiento del movimiento, iniciando la formulación de políticas globales y múltiples proyectos de campo. Hoy en día, muchos actores de la ONU movilizan el poder inspirador del deporte en sus actividades, actuando como puerta de entrada para diferentes programas (UNOSDP, 2005).

La capacidad del deporte para promover la paz y el desarrollo también fue reconocida en el 2010, por los Jefes de Estado y de Gobierno que  “reconocen que el deporte es una herramienta para la educación, el desarrollo y la paz” , para la promoción de la cooperación, la solidaridad, la tolerancia, el entendimiento, la inclusión social y la salud a nivel local, nacional e internacional.

El 25 de septiembre de 2015, en la Cumbre de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, más de 190 países adoptaron la nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que abarca el compromiso de acabar con la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y abordar el cambio climático para 2030 a través de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (UN, 2015).

 Esta agenda transformadora, inclusiva y centrada en las personas, pretende ser un hito para la sostenibilidad, reúne metas ambiciosas a lo largo de 17 ODS , marcando la agenda de desarrollo global para los próximos años.

Debido su importancia, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, dijo en 2011: «El deporte se ha convertido en un idioma mundial, un denominador común que derriba todos los muros, todas las barreras. Es una industria mundial cuyas prácticas pueden tener un impacto generalizado. Sobre todo, es una poderosa herramienta para el progreso y el desarrollo».

Sin embargo, la idea de utilizar el deporte como una herramienta para el desarrollo comenzó muchos años antes, durante el mandato del Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, que, en 2002 sentenció que «El deporte puede desempeñar un papel importante en la mejora de la vida de las personas y de comunidades enteras… El deporte puede incluirse sistemáticamente en los planes para ayudar a los niños, especialmente a los que viven en la pobreza, las enfermedades y los conflictos».

Naciones Unidas ha utilizado el deporte y el juego como herramienta para la cooperación al desarrollo y los esfuerzos de ayuda humanitaria durante muchos años. En los últimos años, las agencias de la ONU, junto con las organizaciones no gubernamentales (ONG), los gobiernos, las agencias de desarrollo y las organizaciones deportivas han aceptado y aprovechado cada vez más el poder del deporte para lograr sus objetivos, contribuyendo al surgimiento y consolidación del Deporte para el Desarrollo y Movimiento por la Paz.

En noviembre de 2003, la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 58/5 titulada “El deporte como medio para promover la educación, la salud, el desarrollo y la paz”, con la creación de la Oficina de las Naciones Unidas sobre el Deporte para el Desarrollo y la Paz de la UNOSDP, cuyo papel principal fue crear conciencia sobre el deporte y el uso de la actividad física como herramientas en el avance de la paz y los objetivos de desarrollo (UN, 2003).

A pesar de todos los esfuerzos realizados y las expectativas creadas, el Secretario General de la ONU, António Guterres, anunció el cierre de la UNOSDP en mayo de 2017. El motivo se dio a conocer en una reunión entre el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) y el secretario general de la ONU, cuando se acordó establecer una asociación directa entre las dos organizaciones. Así, la ONU tiene acceso directo a la experiencia del COI y sus 206 Comités Olímpicos Nacionales y a las Federaciones Deportivas Internacionales.                           

Después de la pandemia del COVID-19, los retos surgidos del cambio climático, la graves crisis humanitarias causantes de pobreza o hambruna y los recientes conflictos bélicos, han hecho que la esperanza se centre en la unión de la humanidad para conseguir grandes cosas y sortear los obstáculos que van surgiendo, de cara a conseguir un mundo más pacífico, más justo y más equitativo para todos.

Cuando en el deporte, la pelota rueda, no importan los credos, las territorialidades o las diferencias, sean del tipo que sean… y si hay un atisbo de esperanza para estar unidos gracias a él… porqué no podemos pensar que «el deporte puede cambiar el mundo», como ya sentenció Nelson Mandela.

 

REFERENCIAS

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