Jornada de Buenas Prácticas Educativas

En el marco de los estudios de Educación, la Universitat ha celebrado la segunda edición de sus Jornadas de Buenas Prácticas Educativas. Un espacio que incita a la reflexión sobre la experiencia educativa y sobre la función del maestro. Supone, además, un complemento al Práctico del grado, ya que consiste en exponer experiencias de aula exitosas e innovadoras que los estudiantes hayan conocido durante su período de prácticas.

La sesión, en la que participaron cincuenta y tres personas –entre alumnos, profesores y educadores de las escuelas Horitzó, Fasia y Jesuïtes Sarrià- fue dinamizada por sus coordinadores, dos de los cuales son miembros del grupo TRIVIUM: Llorenç Muñoz, coordinador de la asignatura de Prácticum de los grados en Educación; Teresa Farriols, del Servicio de Prácticas y Empleo y coordinadora de las prácticas de los grados de Educación; Marisa Vázquez, Directora de los grados en Educación; y Cintia Carreira, tutora de los estudiantes de prácticum de los grados en Educación.

Concretamente, tuvieron ocasión de compartir ‘buenas prácticas’ Maria Perelló (Los Bee Bots: robótica en el aula); Ingrid Munné y Clàudia Segura (Los ambientes de aprendizaje, un espacio vital); y Sonia Rodríguez (El trabajo globalizado. Todos y todas somos la Antártida).

Como complemento de las exposiciones, la Jornada ha incluido una charla inspiradora a cargo de la directora de la escuela Virolai, Coral Regí, que es una profesional con una larga trayectoria y perfil propio en el ámbito de la innovación educativa.

Regí ha hablado de la predisposición con la que el maestro debe relacionarse con sus alumnos. El educador, según ha expresado, debe atender la inquietud en el corto plazo del estudiante y, al mismo tiempo, tener una visión amplia del camino que ha de recorrer. “Necesitamos unas gafas que nos permitan ver al niño y la niña de cerca, pero también de lejos, pensando en darles herramientas para su futuro”. En este sentido, es fundamental tener claro que “los cambios importantes no se hacen rápido, no son cuestión de tiempo sino de brújula”. Tener claro el rumbo es esencial.

El maestro tiene una mirada larga. Por este motivo, “la cualidad que no le puede faltar nunca es la esperanza”. El objetivo último debe ser que “los niños y las niñas se expandan”. A este fin debe orientarse la innovación, a generar “propuestas creativas, con una actividad colaborativa”, ha descrito.

Para Regí, el maestro es “un agente del cambio”. Evidentemente, de cambios a mejor. En esta línea, prefiere hablar de “revolución y de transformación educativa antes que de renovación”.

 

Fuente de la noticia, del texto y la imagen: Sala de Prensa de la Universitat Abat Oliba CEU.

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