Economía de urgencia es, sin duda, un título atractivo para un libro que desea combinar el conocimiento económico, con la situación a la que se enfrentan los ciudadanos, en la coyuntura presente.
El texto, tiene su origen en un conocido blog dedicado a la economía, publicado por autores que en su mayoría pertenecen a FEDEA (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), un think tank que inició su actividad en 1985, impulsado por el economista Luis Ángel Rojo (1934-2011) y cuya finalidad es influir positivamente en la sociedad, investigando cuestiones económicas y sociales de actualidad, así como difundiendo y divulgando conocimiento económico.
Dentro de la extensa gama de actividades, FEDEA, también publica un blog que lleva por título Nada es gratis. De dicho blog nació un libro con el mismo título, publicado en 2011, al que seguiría el reseñado aquí, con el llamativo título citado, de Economía de urgencia, cuya primera edición es de finales de 2013.
Los autores del texto firman con el seudónimo de Jorge Juan, nombre del humanista, ingeniero naval y científico español del siglo XVIII (1713-1773) nacido en Monforte del Cid (Alicante).
Economía de urgencia surgió por una iniciativa de sus autores que consistió en visitar varios institutos y colegios de enseñanza media y someterse a las preguntas de los alumnos, sin que mediara ninguna conferencia o clase previa. Unos jóvenes a quienes, se dedica el libro con la frase: «A quienes preguntaron, para que sigan buscando respuestas».
Las preguntas de los alumnos y alumnas fueron el motivo que impulsó a los autores a escribir y argumentar sobre aspectos que, en realidad, son importantes para todo ciudadano de hoy, con independencia de la edad.
En la obra se tratan temas como los siguientes:
La Economía como ciencia, la diferencia entre incentivos individuales y colectivos, la justicia y la economía, la importancia de la educación, las características del mercado laboral, también, sin olvidar unas reflexiones sobre los responsables de la crisis financiera y económica reciente, todo ello tratando de responder a una pregunta que los jóvenes hicieron reiteradas veces a los autores: «¿para qué sirven los economistas? ¿porqué no se dieron cuenta y pararon esta locura antes de que estallara? ¿Tienen propuestas para salir de esta crisis?».
En el libro se hacen propuestas para transformar el sistema empresarial, así como las coordenadas para establecer una visión del futuro.
Quizá, sea oportuno destacar aquí, unos párrafos del capítulo 4, dedicado a la importancia y al valor de la educación.
Sobre la educación destacan la frase del economista Rafael Domenech, de BBVA Research, quien asegura «Empiezas hablando de economía y acabas hablando de educación». Esta frase destaca el hecho de que en economía «hay soluciones que a su vez generan otros problemas, pero la educación es algo neto: resuelve problemas y no genera otros” (pág. 45).
Los autores explican como, hace pocos años, en España, muchos jóvenes abandonaron los estudios para trabajar en la construcción o industrias relacionadas con la misma, por unos sueldos elevados y que cuando la burbuja inmobiliaria y financiera se desplomó quedaron fuera del sistema productivo y con pocas posibilidades de encontrar un nuevo empleo, no tenían una calificación profesional que les abriera otras puertas.
Para situar en perspectiva el valor de la educación, los autores escriben:
«Veamos algunos números acerca de cómo le va a la gente según su nivel educativo. La tasa de paro desde 2005 hasta ahora ha sido el 16% de media. La tasa de paro de quienes solo tienen educación primaria es el 20%. La tasa de paro de personas con educación secundaria es el 16%, para los graduados universitarios el 10% y para los doctores el 3%. El nivel salarial de los graduados universitarios es un 41% superior al de los graduados de bachillerato. A su vez, los graduados de bachillerato ganan un 22% más que los de educación secundaria obligatoria (ESO). Estudiar no es un timo, al contrario, es rentable» (pág. 46).
Entre otros muchos aspectos, el libro dedica un capítulo a una serie de recomendaciones para transformar el sistema empresarial, en especial, las acciones desde los poderes públicos, las que deberían impulsar los políticos, facilitando o, mejor dicho, no complicando, de forma innecesaria, el entorno social y administrativo. Para ello los economistas que forman el colectivo Jorge Juan, proponen (pág. 123): “En primer lugar entender bien qué es lo que ha provocado la sobre-inversión en sectores que ya no generan riqueza. Segundo, estudiar qué pueden hacer para facilitar que los emprendedores descubran dónde se va a generar riqueza en un futuro próximo. Y tercero, ver qué pueden hacer para facilitar que los recursos humanos y el capital que hasta ahora se han dedicado a los sectores que ya no generan riqueza puedan reasignarse a los sectores que sí terminarán haciéndolo».
Nota:
Bajo el seudónimo Jorge Juan, en el caso del libro Economía de urgencia, escriben los siguientes economistas:
- Javier Andrés (Catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia)
- Samuel Bentolila (Profesor de Economía del Centro de Estudios Monetarios y Financieros)
- Antonio Cabrales (Catedrático de Economía en el University College London)
- José Ignacio Conde-Ruíz (Profesor titular de Fundamentos del Análisis Económico, en la Universidad Complutense de Madrid)
- Marco Celentani (Profesor titular de Economía de la Universidad Carlos III)
- Juan Francisco Rubio-Ramírez (Catedrático de Economía de la Universidad de Duke)
Referencia editorial:
JORGE JUAN (2013) Economía de urgencia. Barcelona. Editorial Ariel.
Joaquín Solana Oliver (marzo 2014)