Estudios sitúan la prevalencia del uso problemático de internet entre adolescentes entorno a un 13,3% y el uso problemático de videojuegos en un 9%
Las nuevas tecnologías (Internet y los dispositivos móviles) han cambiado el estilo de vida y ha facilitado, en muchos casos, el funcionamiento de la sociedad en los últimos años. Esa llegada de las nuevas tecnologías ha sido rápida y ha generado un impacto drástico y permanente en las conductas de ocio, trabajo y en las formas de relacionarnos con el mundo y con los demás. Si bien podemos nombrar diferentes ventajas, también observamos un elevado y creciente porcentaje de población, sobre todo niños y adolescentes, que hace un uso problemático o adictivo de las nuevas tecnologías y de los videojuegos. Datos recientes sitúan la prevalencia del uso problemático de internet entre adolescentes entorno a un 13,3% y el uso problemático de videojuegos en un 9% (Alonso y Romero, 2017).
¿Pero cómo podemos detectar la adicción?
Young (1988) definió 8 señales de alarma que indican la posible dependencia o uso problemático a las nuevas tecnologías y que pueden dar como resultado una adicción:
1. Dedicar tiempo de conexión excesivos y dormir menos de 5 horas para poder seguir estando conectado a internet.
2. Dejar de lado otro tipo de actividades importantes, como el estudio, trabajo, las relaciones familiares y sociales o la salud.
3. Recibir quejas el entorno familiar o social en relación al uso excesivo de la red.
4. Pensar constantemente en la red y sentir irritabilidad cuando no se esta conectado o la conexión va muy lenta.
5. Intentar bajar el tiempo de conexión y no poder conseguirlo, perdiendo la noción del tiempo.
6. Mentir en relación al tiempo real de conexión a la red o jugando a un videojuego.
7. Aislarse socialmente y disminuir el rendimiento en los estudios o en el ámbito laboral.
8. Sentir euforia y activación anormal cuando se está conectado.
¿Son las nuevas tecnologías o se trata de otro problema subyacente?
El uso de las nuevas tecnologías no es adictivo per se, cualquier actividad que provoca satisfacción en nuestra vida diaria, puede convertirse en conducta adictiva si se pierde el control sobre su uso. No obstante, conviene tener en cuenta que hay personas especialmente vulnerables debido a diversas carencias ambientales y rasgos de personalidad como la impulsividad, la baja tolerancia a la frustración, la falta de autocontrol, las dificultades de comunicación, etc. De hecho, el abuso de Internet también puede ser una manifestación secundaria de otra adicción, como por ejemplo la adicción al sexo, con el uso de la pornografía en internet o el juego patológico a través de las apuestas online. Así como a otros problemas psico-patológicos, tales como la depresión, la fobia social u otros problemas de tipo impulsivo-compulsivo (Echeburúa, Bravo de Medina y Aizpiri, 2007). Por tanto, Internet puede fomentar dichas conductas problemáticas porque disminuye las barreras y facilita estos comportamientos.
¿Cómo lo podemos prevenir?
Para ayudar a prevenir e intervenir en el uso problemático o adictivo a las nuevas tecnologías debemos:
• Limitar y pactar las horas de uso de las nuevas tecnologías (no más de 1 o 2 horas diarias)
• Acotar los contenidos a los que pueden acceder y que la ubicación de los ordenadores esté en lugares comunes.
• Fomentar la relación con otras personas en el cara a cara.
• Potenciar aficiones tales como la lectura y otras actividades culturales.
• Estimular el deporte y las actividades en grupales.
• Estimular la comunicación y el diálogo en la propia familia.
¿Qué ayuda nos pueden dar los profesionales de la Psicología?
Como cualquier otra dificultad o trastorno, el primer paso consiste en acudir a un especialista o unidad especializada para su evaluación y tratamiento. Los psicólogos, como con cualquier otro proceso adictivo, van a ayudar en el proceso de toma de conciencia y motivación al cambio, con un tratamiento centrado en el cambio de hábitos y actitudes, un mayor control de los impulsos y el aprendizaje en la resolución de los conflictos interpersonales de forma apropiada. De la misma manera, va a ser esencial trabajar y manejar otros síntomas asociados como la ansiedad y el desánimo, siempre en una esfera multidisciplinar y en colaboración con la familia y el entorno.
La Unidad Terapéutica de Asistencia Psicológica asociada a la Universidad Abat Oliba CEU y al Hospital Sagrat Cor de Barcelona, ha iniciado una Unidad Especializada en la evaluación y el tratamiento de la Adicción de las Nuevas Tecnologías en jóvenes y adultos. Se trata de una unidad integrada en el marco hospitalario y con espíritu universitario de investigación, por tanto en constante avance y crecimiento. Este tipo de unidad especializada posibilita la atención de todos aquellos niños, adolescentes, adultos y familiares fuera del marco de tratamiento de las drogodependencias, donde tradicionalmente se han abordado este tipo de conductas y que propician cierto rechazo y estigma social.
Marian Obrador es Psicóloga General Sanitaria