Economía y literatura, los consejos de Edmund Phelps

Una de las características del progreso científico es la necesaria especialización y, hasta cierto punto, una parcelación del saber. Las ciencias sociales no son una excepción y en especial la economía.

Adam Smith, considerado el fundador de la economía política, tal como ha evolucionado hasta hoy, era un filósofo moral.  Una de sus obras , la de mayor difusión, Una investigación sobre la naturaleza y sus causas de la riqueza de las naciones, más conocida como La riqueza de las naciones, publicada en 1776, nace de sus reflexiones y aproximaciones descritas desde la óptica y en los términos de un filósofo. En sus más de 600 páginas, Smith aborda temas económicos, pero también de conducta, psicológicos, junto a consideraciones morales. Su narrativa nos acerca al funcionamiento de los mercados de su tiempo y, también al de los actuales.

Pero la ciencia económica, en su progreso, se ha especializado y ha incorporado herramientas cuantitativas y cualitativas en áreas cada vez más concretas y detalladas.

Existe un consenso amplio en que, gracias a la especialización, la economía como ciencia ha podido desarrollarse, de no ser así, si su desarrollo hubiese permanecido en un área interdisciplinar, seguramente sugestiva, no se habría avanzado en el conocimiento de cómo funcionan los mercados y las instituciones, a pesar de las graves crisis que de forma recurrente se producen, más por decisiones erróneas recurrentes que por falta de diagnóstico.

Recientemente ha estado en Barcelona el premio Nobel de Economía del año 2006, Edmund Phelps, con motivo de su ingreso como académico en la Real Academia Europea de Doctores.

En la actualidad Phelps, de 83 años, es el director de The Center of Capitalism and Society en la Universidad de Columbia en Nueva York.

En la web de la citada Universidad puede encontrarse su amplísima y dilatada carrera académica. En este sentido debe destacarse que Phelps es uno de los economistas académicos que más claramente se ha declarado a favor de la actividad de los nuevos emprendedores en la economía actual.

Con motivo de la recepción del premio Nobel en 2006, The Wall Street Journal, de 10 de octubre de ese mismo año, destacó una de sus declaraciones, al ser preguntado sobre el concepto de emprendimiento: “El emprendimiento es positivo y justo (…) impulsa un alto nivel de dinamismo, la economía se nutre de nuevas ideas que transforman los puestos de trabajo, en las empresas que se dedican a la innovación, o en las que se relacionan con la innovación”.

Phelps que acumula experiencia académica y vital, aparece como entrevistado en la sección “La Contra” de La Vanguardia, del día 27 de mayo de 2017, con motivo de su estancia en la ciudad y allí, a preguntas del periodista Victor-M. Amela, ofrece unas respuestas que destacan, por encima de la especialización, la necesidad de cultivar una visión integradora de los fenómenos sociales y, para ello recomienda leer a los cásicos de la literatura.

El mensaje de Edmund Phelps en la entrevista está lleno de optimismo y confianza, cuando dice:

“Pido vitalismo, una actitud vitalista, cultivar la propia vida individual, la vida buena que es hacerla florecer con plenitud”.

Tras esta recomendación, Amela le pregunta que de dónde debemos considerar que surge esa fuerza, ese vitalismo, a lo que Phelps, responde:

“Está en los ensayos de Montaigne, está en los escritos de Cervantes, está en la obra de Shakespeare. Está en los cuentos y novelas de Dickens”.

Amela, insiste en este aspecto del pensamiento y pregunta al Nobel: ¿Hemos de leer más para prosperar? a lo que Phelps responde confirmando y ampliando autores: “Leer a Montaigne, Cervantes, Shakespeare, filosofar con Nietzsche y Kierkegaard… y ser como los niños, obstinados, tenaces cuando quieren algo, como el capitán Achab de Moby Dick de Melville y, sobre todo, leed a Dickens”

El periodista confiesa cierta sorpresa ante un Nobel de Economía “recetando literatura”, a lo que el profesor Phelps responde: “Esta es mi receta: que las escuelas fomenten la innovación, que cortemos todo tentáculo del poder que entorpezca la competencia… y que leamos a todos los grandes”.

La referencia a los clásicos y a la literatura en general, de quien ha dedicado su vida a la investigación económica, es algo que seguramente pueda ayudar a mantener una visión amplia y global, de los fenómenos económicos que se dan en la sociedad contemporánea.

 

Referencias:

 

 

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