Inteligencia Artificial y sus “trade-off” con la sostenibilidad

La expresión “trade-off” de larga tradición en Economía, pasa casi inadvertida en muchos artículos de la prensa económica actual.

Una posible traducción de “trade off” es la de ´solución de compromiso´, es decir “decidimos una acción que tiene consecuencias y las aceptamos”.

El profesor de estrategia Michael Porter explica el “trade off” en el sentido de que para tener más de algo, hay que tener menos de otra cosa. Es decir, aceptar un compromiso.

En el caso de la Inteligencia Artificial existe la percepción de que su desarrollo no tiene costes vinculados al medio ambiente que deban preocuparnos.

Camila Hodgson columnista de Financial Times destacaba el anuncio de Microsoft sobre sus objetivos en cuanto a emisiones. La periodista lo hacía en la edición del 17 de mayo de 2024, donde escribe:

“Las emisiones de Microsoft han crecido casi un tercio desde 2020, por la carrera en la construcción de infraestructuras, para la inteligencia artificial, algo que cuestiona los objetivos climáticos de la empresa”

Y a continuación explica que el citado aumento de casi el 30% en emisiones se debe a la construcción de centros de datos en los que se basa la Inteligencia Artificial y, en general todo lo relacionado con el “cloud computing”.

Hodgson transcribe explicaciones por parte de Microsoft sobre la situación, en las que la empresa aclara que “está en una carrera, con otros competidores que incluyen a Amazon y a Google, en inversiones para tener la infraestructura necesaria para el desarrollo de la Inteligencia Artificial Generativa”.

“Si bien las emisiones directas de Microsoft han bajado un 6,3% en 2023, comparadas con las de 2020, las emisiones de su cadena de valor han crecido un 30,9%…”

Microsoft tiene tiene el objetivo de ser “zero waste” en 2030, para conseguirlo espera que quienes participan en su cadena de valor sean “waste-negative” y así compensar la alta demanda de consumo de energía y de agua que requiere el desarrollo de la Inteligencia Artificial y afecta a sus variables. Es decir debe compensar en fases previas de la cadena de valor, para conseguir emisiones cero en el total de su producción.

 

Nos hallamos ante una solución de compromiso —un trade off—, el desarrollo de la IA no puede detenerse, pero tiene costes ambientales que a veces no aparecen en la amplia oferta de periodismo medioambiental que, en ocasiones no menciona esos costes de oportunidad ante los programas centrados en la reducción de emisiones, en economía todo tiene su trade-off.

Sin embargo Microsoft dirigida por un CEO de referencia, a quien es conveniente seguir, Satya Nadella, no ha cambiado su estrategia y anuncia que sus compras serán “zero carbon energy” en 2030.

Los proveedores, quienes estén en la “cadena de valor” (otro término de Porter) deberán acelerar su innovación y su creatividad y aportar su contribución a un modelo de negocio que deberá ser compatible con los objetivos de sostenibilidad.

Referencias:

Hodgson, C. (2024) Data centre raises Microsoft´s emissions. Financial Times, May, 17th  2024, p. 6

Porter, M. E. (1980) Competitive Strategy: Techniques for Analyzing Industries and Competitors. New York, Free Press. Republished with a new introduction in 1998

 

 

Joaquín Solana Oliver

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *