Por Ricard Jiménez y Pol Masnou
El reloj marca las cuatro de la tarde. Los jóvenes periodistas se preparan para una intensa jornada de trabajo. La asignatura “Géneros Periodísticos” impartida por el profesor y director del gabinete, José Ignacio Castelló, muda su piel para convertirse en una redacción. De esta manera, los estudiantes pueden cubrir todas las actividades relacionadas con los premios de publicidad Drac Novell, que se celebrará el 21 y 22 de noviembre.
El ambiente es un mar de ideas donde los alumnos de tercero de Periodismo pretenden transformarlas en textos. Mientras tanto, Castelló intenta juntar las piezas de este rompecabezas. Una vez asignadas las tareas de cada uno, los engranajes de la redacción empiezan a funcionar y el Drac Novell 2019 cobra vida sobre el papel.
El corazón del gabinete se encuentra en una de las nuevas aulas de informática. Desde ahí bombean las noticias y los pasillos son las venas por donde fluyen. Once mentes trabajan por tal de conseguir un objetivo: cubrir el Drac Novell 2019 de la mejor manera posible.
Entrevistas, reportajes, notas de prensa, entre otras actividades, son las labores que realizan los futuros periodistas a contrarreloj. Carlos Manzano, el redactor jefe del gabinete, trata de alentar al resto de sus compañeros con un “no hay tiempo que perder, ¡en una semana empieza el Drac Novell!”.
Las noticias acaban de salir del horno, las letras huelen a tinta y los ordenadores echan humo. La jornada es dura, pero tiene su fin. Justo cuando se apagan las luces de esta joven redacción y los futuros periodistas ponen rumbo a sus hogares, aunque sus mentes siguen concentradas en que les deparará otro día cubriendo el Drac Novell.
Esta es la primera vez que los alumnos de Periodismo trabajan codo con codo por un objetivo informativo. A pesar de las dificultades que acechan a este joven proyecto periodístico, la unión entre ellos es su principal arma. ¿Será el Drac Novell su primer y último desafío? Todavía no hay respuesta a esta pregunta, pero sí hay un gran equipo con ganas de comerse el mundo.