El grado de vulnerabilidad y de dependencia mutua entre Rusia y la UE es tal que están convocados a entenderse en la cuestión de Ucrania. De este modo, a un conflicto causado por motivos económicos le podría seguir una solución a la que los actores llegarían abocados por el propio interés de sus economías. Así lo expresa el profesor del Departamento de Ciencias Económicas de la Universitat Abat Oliba, Joan Ripoll, en su último artículo publicado en su blog ‘Voces Económicas’, dentro del portal de Banca Mora d’Andorra.
Como expresa Ripoll en su artículo, “el elevado coste que representaría para la UE el rescate económico de Ucrania, la imposibilidad de prescindir (en el corto plazo) del gas ruso y la importante exposición financiera de la banca, pero, fundamentalmente, el elevado grado de integración económica, implican un nivel de dependencia (y vulnerabilidad mutua) tan ingente que fuerzan imperiosamente una resolución conjunta y dialogada del conflicto de intereses”.
Es más, sostiene el profesor de la UAO CEU que si finalmente cesaran los enfrentamientos militares y se “desvaneciera” la amenaza de una intervención rusa, los tres actores implicados –Rusia, Ucrania, y UE- podrían beneficiarse de los “dividendos de la paz”. Esto es, disfrutar de las posibilidades que ofrecería una “mayor confianza, el aumento previsible de la inversión y la reconstrucción del este de Ucrania”.
En su artículo, titulado ‘Forzados a enfrentarse, condenados a entenderse’, Ripoll describe las nefastas consecuencias económicas derivadas del enfrentamiento, perjuicio que, a su parecer, afecta a las tres partes implicadas. En lo que se refiere a la Unión Europea, afirma que las restricciones impuestas por Rusia podrían “comprometer la tímida reactivación de la UE”.
Fuente: www.presspeople.com, 14 de octubre de 2014